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Capitulo II

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Hollow-nyan's avatar
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Rábano asado




Su primera noche de aventura la pasó en el umbral de Pueblo Génesis. Estaba agolpada contra uno de los troncos que adornaba el sector. Su vista se dividía entre las tenues luces del poblado y la oscuridad del bosque. Para mayor seguridad, había armado una pequeña fogata, descubriendo el ataque “ascuas” en el intento. Como fuera, este era un claro comienzo para, a futuro, lograr afrontar una acampada en medio de la nada.
- Es sólo para que te acostumbres, luego tendremos que pasar muchos días alejados de toda ciudad.- Comentó Satine a Holy, tratando de convencerse a sí misma más que a su compañero.
- ¡Char! – Exclamó el pokémon, comenzando a entender la fingida seguridad y el notorio miedo que mostraba la muchacha. Pese a ello, y tratando de brindarle un poco de tranquilidad, se acurrucó contra ella, observándola.
-¡Hey! – Gritó sorprendida la chica, atendiendo fijamente a sus ojos.- Pero si tienes una pupila azul y la otra esmeralda ¿Cómo no me fije en ello al comienzo? –Sujetó la cabecita de Holy, comparando ambas tonalidades. -¡Pero si eres precioso!
El Charmander movió la cola con emoción, le gustaba recibir los halagos de Satine, y ese día se había llevado muchos, aunque aún se cuestionaba qué había sido todo aquello ocurrido en la cafetería.

Se suponía que leída la carta de su hermano, Satine se marchó sin volver a hablar sobre el tema. No dejaba de pensar en las tremendas posibilidades que le había dejado Glenn, pese a todo, era una buena iniciativa para obligarla a internarse en la soledad de la naturaleza. Asimismo, ello era motivo suficiente para detestarle, porque perfectamente pudo haberse despedido comentándole su plan. La contrariedad de emociones que embargó a la entrenadora, duró lo suficiente como para recordar que ahora poseía un bello y tierno  pokémon, el cual terminó apapachando todo el resto del día.

Entre tantos mimos y cumplidos, Satine y Holy, ni se percataron del sueño que les invadió. De hecho, de no ser por el brillante sol que abrumó la pálida piel de la muchacha, al día siguiente, hubiese estado durmiendo hasta mucho más tarde. La sorpresa de esos rayos fue tal, que provocó un movimiento de espalda que chocó con fuerza contra el árbol en la que descansaba. Entre maldiciones y comezón, la chica buscó con sus ojos cerrados su preciado sombrero. Fue Holy, quien le alcanzó la prenda con su boca.
- ¡Holy! Eres un encanto.- Miró de reojo, para comprobar si había gente pasando por la salida del poblado para abrazar al Charmander y llenarle de mimos. La criatura comenzaba a elaborar diferentes teorías respecto de la conducta de la pequeña: O trataba de guardar una apariencia fría, era demasiado tímida, era bipolar, estaba loca de amor por él o era muy pudorosa con sus expresiones físicas.

Terminado de desayunar lo poco y nada que había robado de su casa los días anteriores al viaje, y que Holy disfrutó con un ánimo casi conmovedor, procedieron a abandonar la ciudad inicial de su aventura. La caminata ni siquiera llevaba su media hora de recorrido, cuando unos arbustos comenzaron a moverse rápidamente. Holy tomó posición de defensa mucho antes que su camarada, quien todavía seguía absorta en la ridícula carta de su hermano, alertando acerca de la “amenaza” que se aproximaba: Un grupito de tiernos, apacibles y encantadores Oddish.

El rostro de la muchacha, al percatarse, se deformó en una absoluta alegría que, ni aunque una ciudad entera la hubiese visto, habría podido disimular.
- ¡Oddish! ¡Oddish!- Chilló casi como una infante. - ¡Mira, Holy, son las plantitas más hermosas del mundo.
El lagarto le miraba sin comprender bien el motivo de tanta euforía, pero, ladeando su cabeza y tratando de compartir la alegría de su dueña, procedió a dar saltitos vociferando. Claro, ésto último procedió a llamar la atención de las pequeñas plantas andantes, quienes se giraron aterradas al comprobar las llamitas que despedía la cola del pokémon de fuego.

El amor que Satine tenía por estos pokémones, derivaba de su infancia y de su hermana Sasha, quien tenía un verdadero ejército de Vileplumes, Glooms y Oddish; los que le ayudaban en la administración y preservación de las telas al son de cánticos y danzas. Bailes en los que ella participaba secretamente, ya que hubiese detestado la idea de haber sido descubierta.

Y ahora estaba ahí, enfrente de un montón de pequeños ejemplares de rábanillos púrpuras, las que escapaban advertidas por los alaridos de felicidad de dueña y pokémon. Claramente debía hacer algo para lograr obtener unos cuantos. Sinceramente, con unos diez ella hubiese sido mucho más que feliz, pero recodó con amargura que sólo tenía cinco pokebolas.
- ¡Holy! – Gritó, levantándose el sombrero fedora, adoptando una postura de líder que siempre había ensayado en la intimidad de su hogar.- ¡Fríelos con…! Con tu ataque que fríe cosas…
El anaranjado lagarto se giró mirándole con su cabeza ladeada, completamente confundido. En el peor de los momentos, la muchacha había olvidado el nombre del recientemente aprendido ataque con llamas que poseía su actual Charmander (y que para el nivel era el único que conocía).
-¿Char? – Holy movió su cola sin entender. De haber sabido que la intención de la muchacha era decir “quémalos” hubiera podido haber lanzado unas cuantas flamas en dirección a los miedosos y confusos Oddish.
- Ve, ve ¡Lánzate encima! ¡Se te escapan! – Desesperada, la chica recordó que tenía una pokedex (al que le había restado importancia) y tratando de buscar en su bolso, gritaba.- Síguelos, aráñalos, fríelos. ¡Holy tu puedes!

La desesperación de Satine fue tal, que comenzó a correr  siguiendo al Charmander y a los Oddish, logrando sacar finalmente su artefacto para tratar de averiguar el nombre del ataque que pudiese derrotar a unos cuantos ejemplares de rábanos andantes.
- ¡Ascuas! – Gritó finalmente, tropezándose contra una roca.
Holy, ni tonto ni perezoso, procedió a lanzar su ataque, cuando sintió que un pesado cuerpo le caía encima, desviando su ataque a una dirección aledaña. Ambos, dueña y pokémon, rodaron contra el arbusto que comenzaba a quemarse por el ataque del segundo. El giro de los caídos procedió a apagar el fuego, pero trajo consigo una sorpresa: Había un tercero rodando con ellos.

Cuando finalmente se detuvieron en el arbusto siguiente, enredados y mareados, pudieron comprobar de qué o quién era aquél tercero que se les sumaba ¡La sorpresa fue enorme! Se trataba de un pequeño Oddish que había preferido quedarse escondido en vez de huir con todo el “rabanerío”, sin embargo, la felicidad de Satine se vio interrumpida  abruptamente cuando tuvo que correr contra el árbol más cercano para vomitar. Estaba absolutamente mareada, aunque justificó que eso era producto de la adrenalina auto-impuesta para la primera captura. Cosa que Holy no creyó y el Oddish estaba demasiado K.O como para entender. De hecho, la calidad de “fuera de combate” de éste último era tal, que perfectamente un entrenador promedio podría haber jugado poker, cantado y tenido un duelo de gimnasio, antes de decidir atraparlo. Pero bueno, Satine, apenas evacuó su vomito, arrojó la pokebola contra el enanito que echaba humito. Estaba pálidamente contenta, lástima que tuvo que volver al árbol para vomitar.
- Emociones al máximo.- exclamaba sin que nadie le pidiese alguna explicación.

Pasados unos cuantos minutos, y ya recuperada de su mareo, la entrenadora creyó que era necesario presentarse con Holy y así tratar de apaciguar el trauma que debía tener el pobre Oddish, además que requería de un bautizo inmediato. El rábano púrpura seguía inconsciente, expeliendo mucho humo y con los ojos tan revueltos como una espiral o unos huevos mal cocinados.
- ¿Oddish? – Satine se acuclilló para poder observarle mejor. Sus pupilas se posaron sobre las chamuscadas hojitas que llevaba la criaturita, la cual tenía un color muy similar al carboncillo. Un leve temor comenzó a aflorarle en su pecho. -¿Rábanito? ¿Carbón? ¿Carboncito? ¿Carboncio?- La muchacha movía suavemente al herido, quien no emitía señal alguna de vida.- ¡Santo cielo! ¡Me cargué a Carboncio! – La entrenadora tomó entre sus brazos al chamuscado, mirando preocupada al Charmander. - ¡Rápido! Tenemos que ir al Centro Pokémon más cercano.
Holy, asintió con igual grado de miedo y, poniéndose en apresurada marcha, corrió junto a su dueña.

La idea era volver a Pueblo Génesis, pero, dada la confusión del tropiezo, tomaron dirección hacía Ciudad Lodos. Si no hubiese sido  por la extrema  emergencia, los viajeros se habrían dado cuenta que detrás de los árboles, se encontraba un tumulto de Oddish, todos en el suelo y con ataque de pánico por la “horrorosa” escena pirómana-gore que habían visto. Si, ellos contemplaron como al pobre Carboncio se le chamuscaban las hojitas.  

A lo lejos, una pequeña manada de poochyenas comenzaba a percatarse de cierto olor a rábano asado. Sus estómagos comenzaron a rugir de hambre…
Para :iconpokemonetesia:

Yeeey. Segunda entrada y ya voy aprendiendo más cosas. Sinceramente debo depositar todo mi agradecimiento para :icongruneblatter: y :iconyakumokaiba: Ya que han tenido bastante paciencia conmigo. Así que cuando sea millonario les regalaré una isla a cada una (?) para que así puedan crear pequeños países y cosas así :)

Well, aquí voy con el segundo capitulo de las historias de Satine. No creo que el restado sea gore, pero si pienso que me pasé un poquito con el pobre Oddish, pero bueno, sabemos que Carboncio se recuperará y será sensacional ¿Y si no? ¿Y si no alcanzan a llegar? chan chan xD

Bueno, espero que lo disfruten y estaré atento a todos sus comentarios e indicaciones. Enjoy !!

Nombre: Carboncio
Tipo: Oddish
Naturaleza: Tímida
Habilidad: Clorofila
Nivel: 1
Característica Especial: Tiene las puntas de sus hojas chamuscadas.

Satine Greensleeves -- > [link]

Capitulo I: Desde Génesis con amor. [link]
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Angelsaivar's avatar
LOOOOOOOOOOOOOOOOL CARBONCIO MI VIDA YO TE SALVOOOOOO -Corre como nena a yudarlo- :heart:
Es que me mataste. TE LO JURO xD Rodé de la risa con este capítulo, de sólo imaginarme cuando se cayeron y rodaron xD Señor... En verdad estuvo increíble. Pero Carboncio se llevó todo el protagonismo :iconmingplz:

..................... Esos Poochyenas ya no pasarán hambre. :iconheplz: